martes, 8 de septiembre de 2009

El amor y la escasez: ¿qué pasa si hay más hombres que mujeres o viceversa?

Independientemente de tu preferencia sexual, ¿te resulta difícil tener una pareja? * * * * * * * * *
Si eres chava, ¿porque a tu alrededor los tipos están más interesados en beber que en ti?


¿O en jugar entre ellos a las pelotas?

¿Y no te queda de otra más que ceder ante una amiga borracha?


¿O irresistible?
¿O tu amiga cree ser heterosexual y no te da chance?
* * * * * * * * *


O, si eres chavo, ¿porque no se te para ni una mosca?




¿Porque estás cansado de rogarle a esa chica?




¿O porque no te gusta compartir?




¿Te dan miedo las mujeres?




O, siendo sinceros, ¿tu amigo se te resiste?




¿O ellas no aceptan lo que tú les propones?



O... ¿simplemente porque no alcanzaste pareja?





En mi primera entrada finalizaba con la pregunta sobre qué sucede cuando hay más hombres que mujeres o viceversa en el mercado del amor... y digo mercado no porque haya compradores y vendedores de amor, sino simplemente porque existe una oferta y una demanda, los seres amorosos: los que desean ser amados, los que desean amar... Y es a ellos a quienes me refiero. Al respecto, un economista llamado Tim Harford analiza en su último libro las implicaciones que trae consigo la escasez relativa de hombres o mujeres desde una perspectiva económica, haciendo uso del modelo de oferta y demanda que utilizamos los economistas (para explicar, por ejemplo, cómo se lleva a cabo la asignación de recursos en un mecanismo de mercado.)


¿Cómo podría un economista analizar esta cuestión, no se está saliendo ya de su campo de estudio? Muchos economistas han incursionado últimamente en otras disciplinas con éxito, debido a que infinidad de fenómenos ─no sólo los estrictamente económicos─ pueden ser abordados con la lógica de la economía.


El primer supuesto que plantea el modelo del mercado del amor, es el de la racionalidad de las personas, es decir, que, en general, todos tomamos decisiones encaminadas a conseguir beneficios para nosotros mismos. El amor no es racional, pero los amantes sí lo son.


Otro supuesto básico es considerar que la mayoría de las personas quiere casarse (formar una pareja, o no quedarse sola en la vida, si se prefiere). Es decir, tenemos que considerar el hacer una pareja como un beneficio que las personas buscan, aunque muchas personas solteras son felices a sus cuarenta y tantos y otras más maldigan el día en que llegaron al altar... No obstante ello, resulta razonable pensar que la mayoría de las personas desean terminar casadas y viviendo en pareja.


Ahora bien, para amar se necesitan dos. Por simplicidad, supongamos que una pareja se compone de un hombre y una mujer, y que para nuestro modelo contamos con 20 hombres y 20 mujeres solteros metidos en una gran sala, todos ellos compatibles con todas ellas, es decir, todos los hombres posibles parejas de todas ellas. Cierto, todos somos diferentes y tenemos gustos diferentes y sería impensable que nos diera igual elegir para casarnos a la chica número 1 que a la 14 o a la 19... Pero si en este momento suponemos que no importa con quién nos casemos sino sólo el hecho de formar una pareja, descubriremos interesantes implicaciones detrás de la eleción que hagamos.


¿Cómo empezamos a formar las parejas?


Asignémosle pues un valor al beneficio que en nuestro mercado del amor hombres y mujeres obtendrían al formar una pareja, digamos $1000 pesos. (Evidentemente, los beneficios de formar una pareja no se miden con dinero, o no sólamente, pero recordemos que aquí sólo se trata igualarlos para todos ─con una cantidad de dinero─ para ver más allá de las decisiones y el comportamiento de nuestros amantes de laboratorio. En la vida real, estos beneficios pueden entenderse, por ejemplo, como la compañía, la confianza, la familia, el sexo, muchas aventuras, más amigos, compartir tiempo juntos, etc.).


Primera ronda del mercado del amor


Supongamos que, en una primera ronda, les pedimos a nuestros 20 hombres y 20 mujeres que, una vez que hayan formado una pareja, pasen a caja y cobren su cheque de $1000.


¿Cómo se los van a repartir?


En este caso, nuestros 20 hombres y 20 mujeres no tendrían ningún problema en formar 20 parejas y repartirse el botín equitativamente de tal forma que a cada persona le tocaran $500 pesos. De hecho, nadie podría aprovecharse para intentar quedarse con más de la mitad de los mil pesos, porque entonces no se haría el trato y si éste no se hace nadie podría disfrutar del beneficio de formar una pareja, es decir, de los $500 por persona. Así que, en este caso, podemos esperar que las 20 parejas se formen en la caja, cobren su cheque y disfruten de los beneficios de formar una pareja recibiendo cada uno $500 pesos de beneficio.


Segunda ronda del mercado del amor


¿Qué pasa si, por ejemplo quitamos un hombre?


Aunque parece no haber mayor problema si quitamos una persona y dejamos que 39 formen parejas, nos sorprenderemos de lo contrario, pues sólo se podrán formar 19 parejas y una mujer irremediablemente se quedará sola...


Aquí las cosas cambian. Supongamos que las parejas se empiezan a formar y a hacer fila en la caja de nuestro mercado del amor para cobrar su cheque. Es decir, diecinueve mujeres se forman junto a los diecinueve hombres de esta segunda ronda, a excepción de una de ellas, para quien no queda ninguno de ellos. Podríamos pensar que, provisionalmente, cuando las parejas están formadas en la caja, el acuerdo fue igualmente repartirse el botín de a $500 cada quien. Pero si la mujer que quedó sin pareja se comporta racionalmente (recordemos los supuestos de nuestro modelo), ¿acaso no tratará de representar un mayor beneficio para alguno de los hombres al ofrecer, por ejemplo, quedarse con menos de la mitad del cheque, digamos $400 pesos? ¡Claro que lo hará! Para ella será mejor recibir $400 pesos que quedarse sola por no formar una pareja, aunque ello implique que se interponga entre una pareja que ya hasta estaba formada en caja para cobrar su cheque. ¿Cómo pugnarán dos mujeres entre sí por un hombre? Si una de ellas ofrece recibir sólo $400 pesos, otra hará una contraoferta y dirá que acepta recibir $300. Las ofertas serán cada vez más bajas hasta que la mujer que enfrente la posibilida de quedarse sin pareja ofrezca pasar por la caja con un hombre por sólo un centavo. Él obtendrá $999.99 pesos y ella sólo un centavo, pero su centavo será para ella mucho mejor que nada.


Pero aquí no acaba el problema. En economía existe la ley del precio único, que establece que a productos idénticos, ofrecidos al mismo tiempo, en el mismo lugar y con los precios claramente visibles, se les aplicará el mismo precio. Y es ésta la situación en la que se encuentran las mujeres de nuestro mercado del amor. No importa a qué acuerdo se llegue, siempre sobrará una mujer que se ofrecerá por un centavo.


Aunque en realidad nunca se cumplen todos los supuestos para que opere la ley del precio único, estos son los resultados que arroja el modelo del mercado del amor. La falta de un solo hombre otorga a todos los demás un enorme poder de negociación, y este aumento en su poder perjudica tanto a las mujeres que no logran casarse como a las que sí lo logran.


En el mundo real, las mujeres no ofrecen dinero para conseguir esposo, sin embargo, si llevan a cabo estrategias que les den la posibilidad de salir adelante (obtener ese cheque solas o con pareja) estudiando más años, haciendo ejercicio, planificando su maternidad, etc. Pero esto, es tema de otra entrada.

2 comentarios:

Javier Sierra dijo...

Fuentes:

La lógica oculta de la vida, Harford, Tim. 2008, Temas de hoy.

Y las imágenes, por orden de aparición, provienen de:

http://www.flickr.com/photos/lpato/959385432/
http://s3.amazonaws.com/lcp/mividadesdeaqui/myfiles/cerveza-chicos-salta.JPG
http://www.flickr.com/photos/alvi2047/420838095/
http://www.flickr.com/photos/eldaren/108804915/sizes/o/
http://contenido.rubias19.com/elnoticiario/galerias/741/1.jpg
http://img.youtube.com/vi/oKCGmlUQjCs/0.jpg
http://thumbs.dreamstime.com/thumb_22/11277447315RvC1c.jpg
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http://www.flickr.com/photos/deirathul/2349207059/sizes/l/
http://farm1.static.flickr.com/25/54495207_5e7946fffc_o.jpg
http://4.bp.blogspot.com/_ui7M7jGGITw/SopIYUzeUXI/AAAAAAAAHRk/YrbXr_nJi70/s400/chavas+ricas.jpg
http://www.flickr.com/photos/davidyjonathan/113294766/sizes/o/
http://richardanuario08.files.wordpress.com/2008/06/agksw0148656-02.jpg

Unknown dijo...

El texto me parece misógino y propagandístico más que divulgativo e informal. Hay que trabajar mucho más en la redacción y en el argumento pues es endeble y por momentos incluso ofensivo.

Atte. Miguel Aranda