domingo, 18 de octubre de 2009

¿Dónde se usan más condones?







* * * * * * * * *

De las siguientes alternativas, ¿en dónde creen que se usen más condones?


a) En la sala
b) En el auto
c) En la cocina
d) En el cine
(Ver respuesta casi al final de esta entrada.)

* * * * * * * * *

El INEGI publicó en el 2008 las siguientes cifras con respecto a las mujeres unidas en edad fértil usuarias de métodos anticonceptivos. Las cifras por estado son las siguientes:


Sinaloa y el DF fueron los estados en los que una mayor cantidad de mujeres reportaron utilizar métodos anticonceptivos, donde prácticamente 8 de cada 10 mujeres (unidas en edad fértil) los utilizan. Mientras que, en el otro extremo, Guerrero y Puebla reportaron ser los estados con menores índices de mujeres usuarias de métodos anticonceptivos, donde tan sólo la mitad los utiliza.


Esta actividad concreta, la utilización de métodos de control natal por parte de las mujeres (y sus parejas) tiene implicaciones económicas muy importantes, pues incide directamente sobre la cantidad de personas que hay en la actualidad y habrá en el corto, mediano y largo plazos en un lugar en particular.


Y al incidir directamente en las cantidades de personas existentes en un lugar, impacta directamente en todas las actividades económicas que se generan (o se dejan de generar) en torno a dicha población, como por ejemplo, los bienes y servicios que se comercian en torno al mercado de los bebés, la cantidad de escuelas que se necesita para cubrir a toda la población en el nivel escolar básico, la demanda de servicios de guarderías, la cantidad de mujeres con disponibilidad para trabajar, etc.


Y para comprobar la importante incidencia de el uso de métodos anticonceptivos, veamos la siguiente gráfica sobre los porcentajes de población por grupos de edad comparando a los estados ubicados en los extremos y al promedio nacional.


En Guerrero hay el doble de niños entre 0 y 14 años de edad, como porcentaje de su población, que en el DF. Y esta notoria diferencia determina el hecho de que un menor porcentaje de su población se dedique a actividades productivas, es decir, que la fuerza de trabajo de su mercado laboral sea menos vigorosa y, por ende, el valor de la producción (que generan los adultos en edad productiva), no pueda ser mayor de lo que sería si hubiera más personas en el mercado de trabajo.


Desafortunadamente esta escasez relativa de adultos en edad productiva es un aliciente para que el mercado de trabajo del estado de Guerrero integre a su esfera a una mayor cantidad de niños (fuerza de trabajo infantil) que otros estados del país, pero eso es tema de otra entrada.

miércoles, 7 de octubre de 2009

¿Quiénes son más gordis, las mujeres o los hombres?






http://www.youtube.com/watch?gl=MX&v=UsjrQxZSHrs
Groover Serves a Burger

Desde que lo vi por primera vez cuando era niño, este pasaje se convirtió en uno de mis favoritos. Pero además, en aquél entonces, me sembró una duda igualmente grande: ¿quién podría comerse una hamburguesa de ese tamaño? Fuera de don Timoteo, papá de mi maestra Luisa del Kindergarden, estaba seguro que nadie podría ser capaz de hacerlo. Él era la única persona que conocía lo suficientemente gorda como para llevar a cabo semejante ingesta. Así que una vez que asistió a un convivio en la escuelita, observé con atención la cantidad de comida que era capaz de desaparecer frente a él. Sin embargo, mi sorpresa fue que, lejos de arrasar con las ollas enteras de comida y la canasta de bolillos, comió lo mismo que los demás: un plato con una ración de arroz, una pieza de pollo bañada con una generosa cucharada de mole rojo, un poco de pan y refresco. Pero nada más...

* * * * * * * * *

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, recopila datos de sus países miembro con respecto a diferentes aspectos; evalúa, por ejemplo, algunas de las que denomina condiciones de riesgo para la salud. Entre otras estadísticas, se encuantran los consumidores de tabaco como porcentaje de la población, los litros per cápita que se consumen de alcohol, y el porcentaje de población con sobrepeso y obesidad, del que nos ocuparemos a continuación.

De entrada, hay que decir que existe un índice que relaciona el peso en kilogramos y la estatura en metros llamado índice de masa corporal, IMC, o índice de Quetelet, apellido del estadista belga que lo ideó.

Para obtener su índice de masa corporal, deben llevar a cabo el siguiente cálculo en excel o en mente. Escriban en A1 su peso en kilogramos (yo le puse 74), en A2 su estatura en metros (yo le puse 1.75), en A3 le ponen =A2^2 para sacar el cuadrado de su altura y en A4 le ponen =A1/A3, para dividir su peso entre el cuadrado de su altura y obtener así un cociente que es nuestro índice. El mío salió de 24.16, que apenitas se considera normal de acuerdo a una tabla que utiliza la Organización Mundial de la Salud, OMS, como criterio de clasificación.

Con base en estos parámetros, las personas consideradas con un estado nutricional normal son aquellas que tiene un IMC de entre 18.50 y 24.99. Por debajo de 18.50 se considera que una persona tiene infrapeso y menos de 16.00 pone a las panteras rosas en una situación de delgadez severa.

Las personas con un IMC entre 25.00 y 29.99, se consideran con sobrepeso, y las que tienen un IMC superior o igual a 30.00, obesas. Y los datos de la OCDE para México en el 2000, fueron estos:

• Mujeres con sobrepeso y obesidad: 64.4% de la población total, de las cuales el 28.6% presentó obesidad.

• Hombres con sobrepeso y obesidad: 59.8%, de la población total, de los cuales el 19.2% presentó obesidad.

Y para que vean cómo mejoramos en tan poco tiempo (gracias a la difusión de programas públicos para llevar una dieta balanceada baja en grasas y rica en nutrientes, hacer ejercicio, la contención de la propagación de restaurantes de comida chatarra, el incremento del nivel de ingreso y, por tanto, del gasto que las familias hacen en alimentos saludables ─muchos de ellos nada baratos─, así como del reclutamiento de funcionarios públicos esbeltos ─básicamente los del fisco─ para predicar con el ejemplo, etc.), en el 2006 los alentadores datos fueron los siguientes:

• Mujeres con sobrepeso y obesidad: 71.9% de la población total, de las cuales el 34.5% presentó obesidad.

• Hombres con sobrepeso y obesidad: 66.7% de la población total, de los cuales el 24.2% presentó obesidad.

Ay, perdón, lo que quise mostrar es que en México los problemas de sobrepeso y obesidad van en aumento. Perdón si los llegué a ilusionar, mis estimados lectores...

Como se podrán dar cuenta, si (no) bien, aparentemente, los hombres comemos más que las mujeres simple y sencillamente porque somos mas tragones, los datos de la OCDE ponen de manifiesto diferencias significativas en cuento a la estructura de la población por sexo con respecto al problema del sobrepeso y la obesidad.

Tanto hombres como mujeres en México experimentamos problemas de sobrepeso y obesidad, mismos que limitan el desarrollo de nuestras capacidades y habilidades productivas y nos impiden alcanzar estándares de vida más altos. Es un problema de salud pública que tiene consecuencias económicas dañinas en nuestra población. Efectivamente tiene que ver con muchos problemas de escasez de recursos para enfrentar el problema de alimentarse sanamente. Pero también tiene que ver ─y mucho─ con hacer ejercicio, que relativamente es un factor que sí está más en nuestras manos.

Así que en época de crisis, si no tenemos muchas alternativas, mínimo hagamos algo por nuestro cuerpo haciendo ejercicio y suprimiendo la mayor cantidad de grasas y carnes posible y, en la medida de nuestras posibilidades, integrando elementos nutritivos a nuestra dieta.