domingo, 14 de marzo de 2010
Las pérdidas económicas de un sismo
lunes, 9 de noviembre de 2009
¡¡¡Próximamente!!!
Estimados amigos-visitantes:
El trabajo me ha tenido un tanto ausente, sin embargo, me gustaría adelantarles algunos de los post que he estado preparando y que en el transcurso del mes de noviembre iré subiendo al blog:
• El Messenger: el mito de que las personas se aislan al chatear, o cómo la economía explica que las personas chatean porque así reducen sus costos de transacción.
• ¿Y tú, cuántos hijos quieres tener? Descubre la tendencia de nacimientos x mujer en México en las últimas décadas y circunscribe tus ganas de lavar pañales (o pagar por ello.)
• ¿La poligamia conviene a los hombres? Analizaremos cómo la poligamia, más bien, perjudicaría a los hombres (bueno, no a todos, sólo a aquellos que han soñado con amanecer en cuatro brazos o más...)
Además de la inauguración de la nueva sección:
Consultorio Económico:
domingo, 18 de octubre de 2009
¿Dónde se usan más condones?
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De las siguientes alternativas, ¿en dónde creen que se usen más condones?
a) En la sala
b) En el auto
c) En la cocina
d) En el cine
(Ver respuesta casi al final de esta entrada.)
miércoles, 7 de octubre de 2009
¿Quiénes son más gordis, las mujeres o los hombres?
http://www.youtube.com/watch?gl=MX&v=UsjrQxZSHrs
Groover Serves a Burger
Desde que lo vi por primera vez cuando era niño, este pasaje se convirtió en uno de mis favoritos. Pero además, en aquél entonces, me sembró una duda igualmente grande: ¿quién podría comerse una hamburguesa de ese tamaño? Fuera de don Timoteo, papá de mi maestra Luisa del Kindergarden, estaba seguro que nadie podría ser capaz de hacerlo. Él era la única persona que conocía lo suficientemente gorda como para llevar a cabo semejante ingesta. Así que una vez que asistió a un convivio en la escuelita, observé con atención la cantidad de comida que era capaz de desaparecer frente a él. Sin embargo, mi sorpresa fue que, lejos de arrasar con las ollas enteras de comida y la canasta de bolillos, comió lo mismo que los demás: un plato con una ración de arroz, una pieza de pollo bañada con una generosa cucharada de mole rojo, un poco de pan y refresco. Pero nada más...
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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, recopila datos de sus países miembro con respecto a diferentes aspectos; evalúa, por ejemplo, algunas de las que denomina condiciones de riesgo para la salud. Entre otras estadísticas, se encuantran los consumidores de tabaco como porcentaje de la población, los litros per cápita que se consumen de alcohol, y el porcentaje de población con sobrepeso y obesidad, del que nos ocuparemos a continuación.
De entrada, hay que decir que existe un índice que relaciona el peso en kilogramos y la estatura en metros llamado índice de masa corporal, IMC, o índice de Quetelet, apellido del estadista belga que lo ideó.
Para obtener su índice de masa corporal, deben llevar a cabo el siguiente cálculo en excel o en mente. Escriban en A1 su peso en kilogramos (yo le puse 74), en A2 su estatura en metros (yo le puse 1.75), en A3 le ponen =A2^2 para sacar el cuadrado de su altura y en A4 le ponen =A1/A3, para dividir su peso entre el cuadrado de su altura y obtener así un cociente que es nuestro índice. El mío salió de 24.16, que apenitas se considera normal de acuerdo a una tabla que utiliza la Organización Mundial de la Salud, OMS, como criterio de clasificación.
Con base en estos parámetros, las personas consideradas con un estado nutricional normal son aquellas que tiene un IMC de entre 18.50 y 24.99. Por debajo de 18.50 se considera que una persona tiene infrapeso y menos de 16.00 pone a las panteras rosas en una situación de delgadez severa.
Las personas con un IMC entre 25.00 y 29.99, se consideran con sobrepeso, y las que tienen un IMC superior o igual a 30.00, obesas. Y los datos de la OCDE para México en el 2000, fueron estos:
• Mujeres con sobrepeso y obesidad: 64.4% de la población total, de las cuales el 28.6% presentó obesidad.
• Hombres con sobrepeso y obesidad: 59.8%, de la población total, de los cuales el 19.2% presentó obesidad.
Y para que vean cómo mejoramos en tan poco tiempo (gracias a la difusión de programas públicos para llevar una dieta balanceada baja en grasas y rica en nutrientes, hacer ejercicio, la contención de la propagación de restaurantes de comida chatarra, el incremento del nivel de ingreso y, por tanto, del gasto que las familias hacen en alimentos saludables ─muchos de ellos nada baratos─, así como del reclutamiento de funcionarios públicos esbeltos ─básicamente los del fisco─ para predicar con el ejemplo, etc.), en el 2006 los alentadores datos fueron los siguientes:
• Mujeres con sobrepeso y obesidad: 71.9% de la población total, de las cuales el 34.5% presentó obesidad.
• Hombres con sobrepeso y obesidad: 66.7% de la población total, de los cuales el 24.2% presentó obesidad.
Ay, perdón, lo que quise mostrar es que en México los problemas de sobrepeso y obesidad van en aumento. Perdón si los llegué a ilusionar, mis estimados lectores...
Como se podrán dar cuenta, si (no) bien, aparentemente, los hombres comemos más que las mujeres simple y sencillamente porque somos mas tragones, los datos de la OCDE ponen de manifiesto diferencias significativas en cuento a la estructura de la población por sexo con respecto al problema del sobrepeso y la obesidad.
Tanto hombres como mujeres en México experimentamos problemas de sobrepeso y obesidad, mismos que limitan el desarrollo de nuestras capacidades y habilidades productivas y nos impiden alcanzar estándares de vida más altos. Es un problema de salud pública que tiene consecuencias económicas dañinas en nuestra población. Efectivamente tiene que ver con muchos problemas de escasez de recursos para enfrentar el problema de alimentarse sanamente. Pero también tiene que ver ─y mucho─ con hacer ejercicio, que relativamente es un factor que sí está más en nuestras manos.
Así que en época de crisis, si no tenemos muchas alternativas, mínimo hagamos algo por nuestro cuerpo haciendo ejercicio y suprimiendo la mayor cantidad de grasas y carnes posible y, en la medida de nuestras posibilidades, integrando elementos nutritivos a nuestra dieta.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
¿Qué hay detrás de un tenedor?
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